Tuve poco tiempo para actulizar el blog. Y bastante ocupado con la página de rugby (
rugbytucumano.com.ar) por lo que no me dí la oportunidad de escribir aquí.
Pero me movieron muchas cosas en estos tiempos.
Pero la que más me tuvo atareado fue la comunión de mis mellis. Camila y Julieta.
Aquí les dejo algunas fotos. Pocas pero válidas. Como verán, estuve trabajando ese día también. Asado con la familia, recepción de chicos, juegos y demás desde las 17 hasta las 23. Y todo terminó como a la una de la mañana. Agotadora jornada, aunque no tórrida y con temperaturas poco habituales como este fin de semana pasado en Tucumán.
Fue un fin de semana laaaargo. Para mí. Agotador y de emociones encontradas. Feliz porque mis hijas tomaban un paso importante dentro de la creencia familiar. Y la emoción que me embargó cuando su maestra de jardín, Liliana, las abrazó con la infinita dulzura de la que sabe que el tiempo pasó inexorablemente. Desde que entraron a ese nuevo y asombroso mundo que le abría las puertas a las aventuras, travesuras, al aprendizaje y a los juegos compartidos para comenzar a crecer, pasaron apenas 6 años. Sólo seis años.
Y en cinco más... no, por ahora no. Déjenme verlas niñas siempre, así, como ahora.
1 comentario:
A los bepis hay que tratar de disfrutarlos HOY sin mirar que mañana nos romperán el corazón (casi seguro).
Abrazo de gol hermano Horacio.
(he vuelto)
Publicar un comentario