miércoles, 17 de diciembre de 2008

La gente es mala...


"y comenta...", remataría con cierta filosofía popular mi ex compañero de tareas, el 'Pampa'.
Aquellos que tuvieron el gusto de conocerlo (y los que no) no podrían dejar de lado la idea de que siempre tuvo una palabra justa para decir. Para caer simpático o no, eso dependía de sus destinatarios. Hoy no sé qué será de su vida.
La frase en cuestión se volvió una muletilla en la redacción del diario donde trabajábamos cada vez que sobrevolaba sobre alguien cierta sospecha, justificada o injustificada sobre alguna acción o inacción de la víctima.
"La gente es mala y comenta" era la respuesta y salida fácil, rápida y hasta siniestra si se quiere porque uno zafaba de la sospecha cobijándonos en el beneficio de la duda. "Y la prensa inventa cosas", se agregó después ya que trabajámos en esta bendita profesión.
Pero no toda la gente es mala. En absoluto.
Ahora de que hay gente mala, las hay. Como la brujas. Que dicen que aunque no existan...
Yo conozco un par.... no en serio... no se rían...
No se trata de mi esposa, aunque de cuando en vez le digo "brujita" de cariño, porque embrujó mi corazón cuando comencé a conocerla. La ví por primera vez cuando teníamos quince años en un encuentro casual, gracias a un amigo y nos hicimos necesarios hasta hoy que disfruto de su compañía. Ya pasaron 23 años. Alguna vez les contaré la historia. Ni Migré la imaginó así.
Pero hablo de otra bruja (ja! no pude con mi genio)...
Dice que comenzó su tarea cuando tuvo su primera hija. Una noche de frío absoluto, en una incierta ciudad al sur del país, cuando la primogénita lloraba sin cesar.
Su llanto calaba más que el frío polar del invierno del '66. No era la primera vez que se ponía así, roja en lágrimas y con los movimientos violentos y cortos que apenas le permitían el ropaje apretado. Pero esta vez era diferente.
Esta vez se asustó. El color rubí se fue oscureciendo hasta ponerse violeta y el llanto se fue apagando hasta hacerse angustiosamente sordo.
Desesperada, fue corriendo hasta la casa de una vecina que le habían comentado que curaba a los chicos (y grandes) de la ojeadura o "mal de ojo", como le llamaban. Era la única opción.
La noche, cerrada, la falta de vehículo para sortear la nieve, el hospital lejos, los médicos que no habían dado con un diagnóstico certero, eran suficientes motivos para cubrir los metros que la separaban de la mágica solución.
"¿Crees?...", le preguntó.
"Sí, por supuesto", le confió la madre angustiada.
Trajo aceite, agua... rezó. Pasó los dedos en cruz en la frente de la niña. Colocó una punta de sus dedos en el espeso líquido, volvió a hacer la cruz sobre el agua y tiró la viscosa gota que desapareció en el instante que tocó la superficie acuosa.
Rezó un poco más... Silencio. La niña dormía plácidamente y una cara de regocijo se reflejaba en su rostro.
Las lágrimas de la niña ya no estaban. Pero habían renacido en el rostro de la madre que no sabía cómo agradecerle a la vecina lo hecho por ella.
"Sólo hazlo de corazón. Lo que te regalaré transmítelo a tus generaciones y tendrás la bendición de Dios", le dijo la mujer. Le pasó entonces un papel con las instrucciones sobre qué hacer en Nochebuena, justo a las 12.
Desde entonces la madre también cura de palabra de la ojeada, del empacho y de las quemaduras.
Sí... lo sé... Es increíble, ¿no?...
Pero fui y soy testigo de lo que afirmo. Mi cuerpo puede dar fe de ello. Mis hijos también.
Puedo asegurarles que las brujas, existen.
Y no son todas malas. Como tampoco lo es la gente... aunque comenten.

5 comentarios:

miguel dijo...

FANTANTICO¡¡QUE LINDO RELATO HORACIO,QUE GUSTO ME DA LEERTE.
Y ENTRE NOSOTROS DOS NO SE LO DIGAS A NADIE,YO CONOZCO VARIAS BRUJAS..... SUS NOMBRES COMIENZAN CON SUEGR...........A POR FAVOR GUARDA MI SECRETO¡¡
TE FELICITO AMIGO ABRAZO PIRATA¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

Y después lo de la paletilla, q los medicos se cansan de decir que no existe, si le habrán curado a mis hermanitos la inexistente paletilla.
Y lo otro del mal de ojo...
Estuve cuatro días en cama, con un dolor de cabeza que ninguna pastilla sacaba, me levantaba y era como una locomotora q me hacía ruido en la cien.
Fui a una señora q hizo lo del aceite y qué sé yo...
Chau dolor!
A vos te hicieron algo muy malo me dijo.
Qué tal yo, diría Tapalin.
Las hay gente, brujas buenas en este caso

Unknown dijo...

Miguel: gracias... es bueno saber que lo que uno escribe gusta a los demás. Otro abrazo para vos y tu familia. Que pases una excelente noche y un mejor año!!!

Cindy (aunque no lo seas): las que conozco no curan la paletilla. Hay otra que sí... en realidad, estoy rodeado de brujas (con perdón de mis mujeres, ja ja )
Y sí... el dolor de cabeza provocado por la ojeadura es terrible. Sí lo sabré... Un beso. Feliz año!!!

Duende dijo...

ays, claro que existen personas buenas, y de gran corazón, lo único que son difíciles de encontrar pero haberlas, haylas.

Yo soy bruji, vengo de brujis, y de un país de meidas y me encanta serlo. Cuando me cabreo, tengo que decir que también soy un poco brujis mala jajaja, pero solo cuando me cabreo.


Tengo un fotolog que habla sobre este tema, tuve que dejarlo porque a mi ex, y su familia no le gustaba. Pero me cabreaba bastante que las personas den información mala sobre cosas que desconocen por completo. PUedes estar a favor, o en encontra, y desde luego hay personas que se aprovechan de la bondad de personas que lo pasan mal, pero en todo caso, lo que se no se debe nunca es dar información falsa.
En fin, algún día seguiré subiendo partes de la historia y explicando cosas.


Besines

Duende dijo...

aps sorry, soy Ena4